Acuestas voy llevando las últimas referencias que tengo de mi presente, tiendo a conjugarlo con el pasado y sencillamente, no quiero organizar más el futuro. Me siento desvariar entre mis sentimientos.
No todos los días puedo hacerlo bien, no todos los días puedo dejarme llevar con el viento y escuchar más allá; creo que tanto tiempo hablando conmigo me lleva a un estado intolerable para la realidad, la noche me ha convertido en presa de una tristeza impertinente, una represión de no poder definir lo que está sucediendo alrededor; en la búsqueda de una abrazo, en la búsqueda de sentirme útil. Poseo un gran nudo en la garganta y me asfixia, está sacándome de mi espontaneidad, está cohibiendo los detalles atentos que suelo traer; por más densidad de emociones, no puedo declararlas y colocarlas en el lavamanos.
Hoy no tengo una cura, hoy tengo silencio, no quería encontrármelo de esa forma. No quiero más promesas rotas.
Escuchándome a cada instante, escuchándome y respondiéndome una a una las preguntas formuladas en cada circunstancia, ¿dónde está mi guía al final del libro?; se fueron atravesando en los decires, los refranes y ninguno tiene alguna formula exacta para describírmelo. Sencillamente no la tengo, no asumiré pero tampoco lograré juzgar, me quedaré en el vacío y respiraré despacio pero profundamente, hasta que salgan de mi interior.
¿Por qué no estás?
No todos los días puedo hacerlo bien, no todos los días puedo dejarme llevar con el viento y escuchar más allá; creo que tanto tiempo hablando conmigo me lleva a un estado intolerable para la realidad, la noche me ha convertido en presa de una tristeza impertinente, una represión de no poder definir lo que está sucediendo alrededor; en la búsqueda de una abrazo, en la búsqueda de sentirme útil. Poseo un gran nudo en la garganta y me asfixia, está sacándome de mi espontaneidad, está cohibiendo los detalles atentos que suelo traer; por más densidad de emociones, no puedo declararlas y colocarlas en el lavamanos.
Hoy no tengo una cura, hoy tengo silencio, no quería encontrármelo de esa forma. No quiero más promesas rotas.
Escuchándome a cada instante, escuchándome y respondiéndome una a una las preguntas formuladas en cada circunstancia, ¿dónde está mi guía al final del libro?; se fueron atravesando en los decires, los refranes y ninguno tiene alguna formula exacta para describírmelo. Sencillamente no la tengo, no asumiré pero tampoco lograré juzgar, me quedaré en el vacío y respiraré despacio pero profundamente, hasta que salgan de mi interior.
¿Por qué no estás?
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