Dichoso el árbol que es apenas sensitivo
y más la piedra dura, porque esa ya no siente.
Pues no hay dolor más grande que el dolor de ser vivo
ni mayor pesadumbre que la vida consciente.
Ser, y no saber nada y ser sin rumbo cierto
y el temor de haber sido y un futuro terror...
Y el espanto seguro de estar mañana muerto
y sufrir por la vida, y por la sombra y por
lo que no conocemos y apenas sospechamos,
y la carne que tienta con sus frescos racimos,
y la muerte que espera con sus fúnebres ramos
¡Y no saber a dónde vamos ni de dónde venimos!
y más la piedra dura, porque esa ya no siente.
Pues no hay dolor más grande que el dolor de ser vivo
ni mayor pesadumbre que la vida consciente.
Ser, y no saber nada y ser sin rumbo cierto
y el temor de haber sido y un futuro terror...
Y el espanto seguro de estar mañana muerto
y sufrir por la vida, y por la sombra y por
lo que no conocemos y apenas sospechamos,
y la carne que tienta con sus frescos racimos,
y la muerte que espera con sus fúnebres ramos
¡Y no saber a dónde vamos ni de dónde venimos!
Rubén Darío
Te buscabá y entre cada verso;
te logró encontrar, como siempre te he soñado.
te logró encontrar, como siempre te he soñado.
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