De sosiego de necesidades incontrolables, cuando tu calor no escapa de mi pecho y cada poro de mi gastada existencia te llama. Recorro por un mensaje para atraerte junto a mi silla, a tenerte al borde del delirio y un suspiro en un minuto parecido al 30 o al 45, enmudecer las paredes y siendo ellas testigos de nuestro deseo, serán también las protectoras de nuestras pasiones.
2 comentarios:
Publicar un comentario