1 mar 2007

Entre programar, leer a quien buscamos y encontrarnos en donde no pertenecemos

Solo permiteme dormir

en el ultimo espacio

donde termina boca,

y empiezan mis sueños.

Manipulando el entorno,

encerrado,

de nuestro encuentro,

hallaras como despertar

el instinto que llebas dentro.

Sobreponiendote al frio

por el viento que traemos

en cada pensamiento

de compadesencia abstraida.

Me siento tan corroido por el espacio que conforman los lamentos que he ido a garrando cada medio dia, todas mis ilusiones se despedazan en un sin par de congeturas dictaminadas por un personaje mal bien llamado ingenuidad, quien me hace presente en un sencillo llamar de tres partes de realidad y una docena de fantasìa, entendida como no siempre ha sido una realidad absoluta, de la inequidad que existen entre mas de una a otra persona, que sencillamente habitaran un planeta frio para darse a conocer sus errores y sus mas alterados deseos en un mismo llamado institivo.

Hoy simplemente me volvi a la vida,

con un par de sus palabras mas utilizadas,

al contrastarme,

como lo haces sin necesitar de grandes recursos,

me divides,

en cada intrusion que tienes en mi mente

y entre cada lectura solo siento

que eres tan solo en tu nombre

el engranaje que necesita toda mi alma

para poder alzar el vuelo,

penitente hacia tu balcon,

admirandote en la noche,

mientras tan solo descanzas

o mientras tan solo convivo

con tu sonrisa intempestiva

que sueltas a escucharme en silencio.

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