9 mar 2007

Asumia, que seria algo muy sencillo dejar de recordarte cuando fuese capaz de sentirte como alguien que conocí un día y tubo lugar a muchas experiencias. Quizás eso fue una dramatica mentira que me sostenía en pie la mayoria de las veces.

Hoy simplemente esperaba un correo, alguna infame escritura que contenía toda la fuerza de un ayer esclaresiendo mis errores como el más inútil de todas las pertenencias y saber que seguimos sin tener un futuro existente. Tal vez, ni eso fuí merecedor, no es cuestion de arreglarlo con una conversación para quedar de acuerdo en que la razón de un equívoco o fue una excusa para terminar deprisa la conversación.

Te pensaba mientras eliminaba las horas colgado en el teléfono esperando levantar mi bandera blanca y escucharte.

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