Que buscaba alivio
tras un intento
vano de literatura
y un monumento
de silencio,
tras la posteridad
del tiempo.
Su misión,
nunca fue completa,
siempre quedaba,
algo que no nacía
en sus adentros
y era el infeliz
acuerdo de no verla.
Arrancando hojas
de un árbol marchito
trataba de formar
un cono elevado
de misericordia y vanidad,
ahora la realidad
era inconstante, inútil.
Buscabase de un abrigo
incorruptible
fue solo un vendaje
pero un no remedio,
sangrara por dentro
pero el exterior
quedara inmutable,
hacia los demás.
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